Michelin desarrolló una innovadora tecnología para facilitar las pruebas de certificación electromagnética. Video


Michelin, a través de su startup AirCaptif, ha desarrollado una innovadora tecnología para facilitar las exigentes pruebas de certificación electromagnética a las que debe someterse cualquier nueva aeronave.

La estructura inflable ultraligera, diseñada en colaboración con Dassault Aviation, permite reducir las pruebas de resistencia del avión a la radiación electromagnética a solo tres días, frente a las dos semanas que se necesitan con los procedimientos clásicos.

En estos ensayos de certificación, obligatorios para que una aeronave cumpla las normas de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), Dassault Aviation verifica la resistencia de sistemas críticos como los controles de vuelto y los ordenadores a las interferencias electromagnéticas que puede provocar, por ejemplo, la caída de un rayo en la aeronave.

El primer avión que se certificará utilizando esta nueva tecnología desarrollada por Michelin es el FALCON 6X.

El dispositivo se compone de tres elementos: una gran jaula de Faraday inflable de 8 metros de altura que ocupa una superficie de 900 metros cuadrados, un agitador de ondas electromagnéticas y un sistema coaxial de aislamiento que proporciona una conexión a tierra.

Las jaulas de Faraday son estructuras que ejercen un efecto aislante contra los efectos de los campos eléctricos provenientes del exterior, por lo que se utilizan, entre otras aplicaciones, como protección contra las descargas eléctricas.

Mientras que para construir una jaula de Faraday convencional para este tipo de ensayos de aviones se necesitan dos años, la solución desarrollada por Michelin es operativa en un solo día y puede instalarse de forma rápida en el hangar donde se ensambla del avión, reduciendo la inversión y el tiempo necesarios para este tipo de pruebas.

La producción de esta tecnología se llevará a cabo en las instalaciones de Michelin en Bourges (Francia). La elección de este emblemático emplazamiento, que celebra ahora 70 años de actividad pionera en el sector aeronáutico, permitirá a AirCaptif, con sede en Trappes (Francia), beneficiarse del dinamismo del ecosistema de la región, así como de la experiencia industrial del Grupo.

Además, la ubicación geográfica de Bourges reforzará las sinergias, gracias a la proximidad entre el personal técnico de Trappes y los equipos de I+D de Michelin en Clermont-Ferrand.

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